Muchas empresas se plantean exportar sus productos y servicios como un paso natural de crecimiento. Aunque son muy pocas las que le dan la importancia que merece al establecimiento de una estrategia adecuada de exportación. La estrategia es primordial a la hora de conseguir los objetivos de internacionalización de una empresa.
El establecimiento de una estrategia supone definir los pasos necesarios para alcanzar los objetivos marcados, desarrollando una ruta a seguir y minimizando así los posibles errores a cometer. Desde la correcta definición del modelo de negocio al registro de marca comercial, pasando por la investigación de mercado, son muchos los procesos a tener en cuenta para que un negocio internacional triunfe.
Por medio de un análisis previo y pormenorizado del mercado, planteamos la estrategia más adecuada para la comercialización internacional de cada uno de los productos que exportamos. Cada fase del proceso comercial requiere de una estrategia y una estructura comercial adecuada y nuestra misión es definirla y desarrollarla.
Es fundamental conocer tanto el proceso de internacionalización de productos como el mercado nacional en el que queremos establecer nuevos negocios. Definimos las estrategias más adecuadas dependiendo del país y del sector en el que queramos introducir nuestros productos.
Definimos unos objetivos realistas y adecuados a cada tipo de negocio internacional. Es peligroso querer llegar muy rápido a muchos países. Puede hacerse de forma inapropiada si se desconocen los mercados actuales y las posibilidades reales de los productos que queremos internacionalizar.
Las empresas exportadoras necesitan conocer la estructura comercial más adecuada para su negocio. Esta dependerá principalmente del producto o servicio que estemos internacionalizado, así como del momento del proceso en el que la empresa se encuentre.
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